Casi en simultaneo dos jugadores nacidos, criados e idolatrados en Estudiantes, nos embocaban. Primero Martin Palermo (acá) y después José Luis Calderón (acá). La pregunta obvia es, creo, entonces: ¿podriamos decir que tenian una obligación, aunque sea en conflicto con las obligaciones para con su actual equipo, de no hacer/evitar esos goles? La tribuna entera decía que sí, la tribuna entera le daba la razón a Sandel.
miércoles, 24 de marzo de 2010
comunitarismo, liberalismo y fútbol
Casi en simultaneo dos jugadores nacidos, criados e idolatrados en Estudiantes, nos embocaban. Primero Martin Palermo (acá) y después José Luis Calderón (acá). La pregunta obvia es, creo, entonces: ¿podriamos decir que tenian una obligación, aunque sea en conflicto con las obligaciones para con su actual equipo, de no hacer/evitar esos goles? La tribuna entera decía que sí, la tribuna entera le daba la razón a Sandel.
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Este blog pretende ser el espacio en el que ponga en palabras todas aquellas ideas que pasen por mi cabeza. Será, entonces, inevitablemente, un espacio donde reine la arbitrariedad ya que convivirán en él -si es posible que lo hagan- la poesía, la fotografía, el derecho, la política, la música, el fútbol, el teatro... en fin, todo aquello que pueda pasar por mi cabeza, que pueda posarse en ese lugar absurdo que está ahí, entre la lámpara y el papel o, en este caso, entre lámpara y la pantalla de la computadora. No pretendo darle a este espacio ninguna estructura ni forma clara pues no quiero que sea más que un extraño reflejo de mi imaginación y una maravillosa excusa para sentir el placer de escribir aún cuando no haya demasiado que decir. Será este un lugar caótico y seguramente incomprensible pero acaso logre que convivan en él todos los seres creados por mi imaginación: los embalsamados, los fabulosos, los que rompen jarrones, los dibujados con un pincel finísimo y los que de lejos parecen moscas...